En casa de Pedro y Lucía siempre hay invitados. No me extraña, porque tienen una casa muy acogedora y ellos son un encanto.

Por motivos laborales, se han mudado a vivir a Madrid. Marcos es un niño increíble, que demuestra día a día su gran capacidad de superación. Tiene 9 años y desde los 18 meses sus padres sabían que algo ocurría, pero tienen que esperar hasta los 3 años de edad para tener un diagnóstico TEA.

A Pedro y Lucía todavía les cuesta aceptar que su hijo Marcos es una persona con autismo. Es totalmente comprensible, cada persona tiene un tiempo de aceptación, por ello, quisimos ayudarles como al resto de familias a que sus deseos se hicieran realidad.

Los invitados que suelen tener los fines de semana, son nuevas amistades que están haciendo a través del nuevo trabajo de Pedro.

Todavía no se sienten preparados para hablar del trastorno de Marcos con ellos, por lo tanto, para evitar preguntas, nos pidieron apoyos visuales personalizados para la cocina que se puedan quitar con facilidad y que en su lugar se pudiera colocar cualquier otro elemento.

¿Qué os parece el resultado?